«Reconocemos la necesidad de fortalecer la solidaridad entre las generaciones y las asociaciones intergeneracionales, teniendo presentes las necesidades particulares de los más mayores y los más jóvenes y de alentar las relaciones solidarias entre generaciones» (Art. 16 Declaración Política sobre el Envejecimiento, Asamblea Naciones Unidas, 2002).
Cuando rememoramos el cuarenta cumpleaños de la Constitución Española, fruto de una Transición ordenada y reconciliadora de otros cuarenta años de encontrados recuerdos, en esta doble onomástica, se antoja obligado hacer una justo reconocimiento de sus logros, principalmente, en dos de sus manifestaciones más relevantes: el estado de bienestar y el factor de sostenibilidad de las pensiones de nuestros mayores y el salario de nuestros jóvenes.