Inexorablemente va acercándose el día en que España va a tener definitivamente la sentencia del Tribunal Supremo en relación al juicio de los políticos catalanes que perpetraron un auténtico golpe de estado institucional en Cataluña. Sabemos que por enorme meticulosidad y respeto que el juez Marchena haya derramado en las largas jornadas del juicio, las defensas de los acusados van a acabar presentando el expediente en el tribunal de Derechos Humanos de Estrasburgo, La Haya y donde haga falta, argumentando una violación de los derechos fundamentales de los acusados y demás afrentas hacia personas de bien que lo hicieron todo como una broma, o no lo hicieron en absoluto, o no fueron conscientes de que lo hacían.
Por otra parte, el día de la publicación de la sentencia se organizará un escándalo en Cataluña que intentarán extrapolar para desestabilizar España y, de paso, convulsionar Europa. Por tanto, nos esperan fatídicas fechas para que la secta separatista tome las calles y las consciencias de los catalanes, y para ello debemos estar preparados si no queremos otorgar con nuestro silencio el protagonismo y hasta la razón a los golpistas.
No pretendo aportar dosis alguna de agresividad, pero creo que debemos andar alerta toda la sociedad civil con el Foro España a la cabeza, para organizar la defensa de nuestro país y de nuestras Instituciones frente a los ataques que seguro van a sufrir.
A los juristas les compete el análisis de los conceptos de rebelión, sedición, malversación y demás delitos que se les imputan a los acusados, los grados de aplicación de penas y calificaciones que la sentencia establecerá, pues en función de todo ello serán más o menos duras las condenas, pero los ciudadanos debemos confiar en que la Justicia impartirá precisamente eso y deberemos acatar su decisión aunque las opiniones puedan ser más o menos tolerantes.
También, por otra parte, en el proceso del cumplimiento de las condenas, sean éstas cuales sean, es de suponer que los grados de aplicación de reducciones en aplicación de los correspondientes instrumentos legislativos marcarán el futuro de los políticos condenados, pero lo que en todo el asunto es fundamental es que quede meridianamente claro que cualquier afrenta a la integridad de España o burla del Estado de Derecho y la Constitución, jamás va a quedar impune y los responsables en pasado, presente o futuro se enfrentarán siempre a sus responsabilidades ciudadanas.
En los próximos meses vamos a asistir a las convulsiones que la sentencia del Tribunal Supremo va a provocar en justa aplicación de la Ley, puesto que el sectarismo populista y separatista al no aceptar lo evidente, demostrará una vez más su capacidad de organización bien alimentada económicamente en recursos materiales y medios, con altercados y fuertes alteraciones de la convivencia.
Y ahí deberá la sociedad civil española con organización y capacidad dar la respuesta necesaria para demostrar al mundo que España es un país democrático que jamás aceptará extorsiones ni intentos de dinamitar nuestra unidad histórica y cultural inquebrantable.
El Foro España de la Solidaridad y el Progreso, tengamos la seguridad que va a invitar a toda la ciudadanía a hacer oír su voz.
Mariano Gomá
Vicepresidente del Foro España